Alan Flores dice ser perseguido político y pidió asilo en Argentina. Sin embargo, no hay que olvidar que Flores fue uno de los que recibió créditos del BNT y no lo devolvió, recibió un auto Mazda a crédito del mismo banco y no pagó y además recibió “comisiones” adelantadas a cuenta de vender en el futuro nichos que no llegaron a construirse. Las comisiones, más que comisiones fueron coimas pagadas por Pegasus, una empresa creada exclusivamente para saquear el banco.
Esa fue la persecución que sufrió, o mejor dicho disfrutó, Flores y otro tanto sus compinches.
El actual secretario general de la CUT, Jorge Alvarenga, quien también se encarga de decir que Flores es un perseguido político, es el heredero de Flores en la CUT y en su momento fue miembro del Consejo de la Junta de Vigilancia del BNT, fue cómplice del vaciamiento haciendo la vista gorda a los créditos fraguados para vaciar el banco.
Flores y Alvarenga, mal pueden afirmar que esto se ha tratado de una persecución política a los trabajadores, ya que en realidad estos seudo sindicalistas se beneficiaron a la par que Ecomipa, la empresa del gobernante de turno, el ingeniero Juan Carlos Wasmosy. El gobierno de entonces y los dirigentes de las principales centrales sindicales del país eran socios en el vaciamiento del banco, por lo que lo de la persecución sindical es una cosa que solamente se le ocurre a Flores para intentar evadir el cumplimiento de su justa condena.
La acción judicial también se llevó adelante en contra de Mario Luján Melgarejo, Edgar Cataldi y Sindulfo Ramírez, todos ellos ex presidentes del BNT. Lográndose la condena de Lujàn Melgarejo y Ramírez, mientras que el proceso en contra de Cataldi está “congelado” por encontarse prófugo de la justicia. La Coordinadora de Aportantes al BNT logró también que el cerebro del vaciamiento, el argentino Roque Carmona, fuera a parar a la cárcel por dos años en el país vecino, aunque la acción se extinguió por causa de la inacción
de la justicia paraguaya.
Esto demuestra que la acción judicial no fue solamente en contra de los trabajadores, sino en contra de los principales responsables del vaciamiento del banco obrero.
La querella fue llevada adelante por trabajadores nucleados en el Sindicato de Periodistas del Paraguay, Sitrande, Sinatrac, Liga de Obreros Marítimos y otros. El Sindicato de Periodistas del Paraguay, en su oportunidad, realizó una asamblea a nivel nacional para decidir si se querellaba o no a los vaciadores y la luz verde la dieron más del 95% de los votos de los asociados.
La acción judicial la llevaron adelante organizaciones de trabajadores en contra de simples delincuentes, como ha quedado demostrado, que se encargaron de vaciar el BNT causando un daño patrimonial de 400.000 millones de guaraníes. Esa es la verdad de la milanesa.
Jorge Vilalba Digalo
0982 690 407
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