Por Jorge Villalba Digalo
El economista Manuel Ferreira, apodado Banana, propone eliminar el subsidio al transporte público ante un panorama de inflación controlada e invertir en obras, una receta completamente equivocada por las razones siguientes:
PRIMERO. El subsidio al gasoil utilizado por el transporte colectivo no debe ser eliminado porque es un SUBSIDIO AL USUARIO DEL TRANSPORTE PUBLICO. Es un subsidio al PRECIO DEL BOLETO y no al transportista. Su eliminación, en un marco inflacionario o no, significará automáticamente una suba del precio del pasaje, golpeando a los trabajadores.
SEGUNDO. Argumentar que se debe eliminar este subsidio e invertir en obras públicas para dinamizar la demanda interna es inconsistente, ya que en el subsidio al precio del boleto se gasta SOLAMENTE algo más de 1 millón de dólares mensuales, una cifra insignificante a la hora de hablar de obras públicas.
TERCERO. El subsidio que debe ser eliminado es el que se hace al gasoil vendido a los sojeros y a los vehículos de la clase media y alta, sectores que consumen casi el 80% del gasoil subsidiado, sobre lo cual nada dice Ferreira el ferviente defensor de los intereses sojeros. Esto si puede dar un monto interesante y el peso de la medida caerá sobre las clase más pudientes. El 30% del gasoil consumido es del sector sojero. Petropar tiene acumulada una deuda de 300 millones de dólares, de los cuales 90 millones de dólares es como consecuencia del subsidio a los empresarios de la soja.
CUARTO. Liberar el precio del pasaje creyendo que no subirá debido a que la inflación está controlada o se espera una deflación sería un craso error. El precio del boleto está más influenciado por el GASOIL que por la inflación. Casi el 40 por ciento del costo de explotación del servicio es gasoil. Una suba del 10% del gasoil puede resultar en 0,5% de inflación, pero en materia de transporte justifica una suba del pasaje del 4%.
Otra de Banana...
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